La tolerancia
empieza en casa
En familia tenemos que vivir juntos
y a veces cuesta aguantar
los defectos de los demás.Tal vez
porque nos recuerdan los nuestros?
De vez en cuando podemos también
sentirnos atacados o tener
celos... ¿Es porque creemos que nos
quieren menos? Al empeñarnos en
ser los más fuertes nos volvemos
intolerantes y, en lugar de ser los
mejores, nos acaban dejando.
Pero, cómo puede uno llegar a
ser tolerante? En primer lugar,
siéndolo consigo mismo, teniendo
buen humor, aceptando los propios
errores y defectos. ¿Es esto difícil?
No, porque uno puede progresar
cada día, como el bebé que está
aprendiendo a andar. Si uno es tolerante
consigo mismo, llega a ser
tolerante con los demás y entonces
los acepta con más facilidad.
Ser tolerante no significa aceptar
todo. Hay que tratar de resistir
a la violencia y la injusticia, con
explicaciones en vez puñetazos, juntándose
con otros para ser más
fuerte, poniendo uno su fuerza al
servicio de los más débiles...
Seamos tolerantes en casa y seamos tolerantes en la vida
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